¿Cómo afecta la pandemia a la salud pública y la economía de las mujeres venezolanas migrantes? Esta columna revela la compleja situación por la que atraviesan muchas de ellas.
La violencia de género no retrocede, las oportunidades laborales para ellas parecen volverse cada vez más precarias en estos tiempos de crisis y se agudiza la carga de labores de cuidado. ¿Qué hacer?
La pandemia ha traído afectaciones a todos los niveles. Pero en la ruralidad el aislamiento se vive distinto y se agudiza en las regiones afectadas por la confrontación armada, donde hay mayores riesgos para las mujeres. En este episodio de FIPCAST analizamos el tema con dos lideresas sociales.
Dialogamos con lideresas del Urabá antioqueño y Norte de Santander sobre sus preocupaciones frente a la crisis sanitaria en materia de equidad de género en sus regiones. Estas fueron sus reflexiones.
De entrada, para garantizar que las mujeres lleguen a los espacios de diálogo y toma de decisiones a nivel social y comunitario, hay que derribar algunas barreras que implican transformaciones importantes en prácticas de pareja, familia y oferta institucional.
La seguridad de las mujeres y miembros de la comunidad LGBTI en el marco del proceso de paz y terminación del conflicto armado sigue siendo un tema preocupante. De acuerdo con estudios de la Fundación Ideas para la Paz, los hechos violentos hacia esta población pone en riesgo el cumplimiento de los acuerdos.
En la reciente investigación de la FIP "Retornos de mujeres a zonas rurales" se expone la importancia de fortalecer el enfoque de género como política del Estado, en especial para pensar el retorno de las mujeres desplazadas.
La participación de las mujeres en los Acuerdos de Paz con las FARC es un principio transversal. Todas las acciones que se implementen deberían considerar los contextos en los que el conflicto armado afectó a las mujeres. Entre esos contextos está la participación de las mujeres en los enclaves cocaleros.
No hay que olvidar que las organizaciones que representan a las mujeres y a las personas con identidades de género y orientaciones sexuales diversas, contribuyeron a darle legitimidad al proceso de paz en momentos críticos de la negociación y el plebiscito.
En una decisión salomónica, el Acuerdo Final contiene el 90% de las propuestas que presentaron defensores y detractores del enfoque de género tras el triunfo del NO en el plebiscito