Con la concreción de la Mesa de Acercamiento en La Habana, se abre finalmente una fase de diálogo directo entre el gobierno y el ELN luego de los intercambios de propuestas que comenzaron en junio de 2004. ¿Qué se puede esperar? Según la propuesta original del gobierno del 29 de junio de 2005, el propósito central de la Mesa de Acercamiento, será la definición de un cese de hostilidades como compromiso del ELN para facilitar el inicio de un proceso de diálogos. En reciprocidad, el gobierno ofrece suspensión de operaciones militares contra el ELN, sin la exigencia inicial de desarme y desmovilización (ver Boletín 23). ¿Es ese un propósito viable? De acuerdo con el análisis que plantea este boletín, los acercamientos con el ELN no ocurren en un vacío sino que están inscritos en un triángulo en el que mucho depende del comportamiento de las otras dos partes: las autodefensas y las FARC. Dentro de ese triángulo, el ELN tiene hoy una ventana de oportunidad. El documento argumenta también que con la desmovilización de los paramilitares, las condiciones para una negociación de paz satisfactoria -el escenario estratégico- parecen inmejorables, pero la implementación de mecanismos sobre el terreno -el escenario táctico- que permitan avanzar en esa negociación supone retos de inmensa dificultad. La conclusión a la que se llega es que la tarea de La Habana debe ser entonces bosquejar el puente que lleve de un escenario a otro y ponerle un cronograma. Y para eso no basta con discutir un cese de hostilidades.
La Fundación Ideas para la Paz y la Revista Semana, con el apoyo de las Embajadas de Holanda y Suecia y de la Fundación Konrad Adenauer, organizaron esta semana en Medellín el foro "Reconstrucción, Reinserción y Región". El foro estuvo seguido de un taller en el que participaron expertos internacionales del Banco Mundial, del Bonn International Center for Conversion y del PNUD, entre otros, así como representantes del Gobierno Nacional, de los gobiernos departamentales y locales, y miembros de la sociedad civil. A continuación reproducimos unas primeras conclusiones del taller que pretenden arrojar algunas luces sobre el proceso de reinserción en el que se embarcó el país.
La crisis del proceso con los paramilitares se agudizó esta semana con un intercambio de comunicados entre las partes. Dos temas atraviesan la discusión: el incumplimiento del cronograma de desmovilizaciones y la participación de estos grupos en política. Detrás de la crisis hay evidentemente otro tema más, que es el mismo que dio origen al proceso y que ahora, si no se trata con delicadeza y con imaginación, lo puede acabar: el temor a la extradición. A criterio de la Fundación Ideas para la Paz, los tres problemas tienen una misma solución, que es el cumplimiento de unas reglas de juego. En ese sentido, este boletín recoge algunas de las recientes declaraciones de los voceros de las autodefensas en las que insisten en que hay que buscar redefinir reglas de juego, tratar de enderezar el camino devolviendo la confianza a los interlocutores que actúan en la mesa de diálogo y que ha habido improvisaciones y ha tocado inventarse muchas cosas, porque esto no tiene libreto y argumenta que para evitar el naufragio del proceso y a la vez el desdibujamiento de la política en Colombia, hay que aclarar entonces cuáles son las reglas y cómo se verifica su cumplimiento.
Este boletín recoge dos fuertes golpes esta semana del Ejército y de la Policía a mandos medios de las Farc que pasaron casi desapercibidos: La baja en combate de Danilo y Fernando, dos importantes mandos del Frente Urbano Antonio Nariño de las Farc y el hundimiento, en una emboscada en zona rural de Mitú (Vaupés), de dos lanchas en las que viajaban varios mandos de las Farc entre los que se encontraban dos comandantes de frente: alias Albeiro, comandante del Frente 44 y alias Jacinto, comandante del Frente 39. Ambos frentes hacen parte del Bloque Oriental. Coincidencialmente, el Presidente Uribe reafirmó por esos mismos días su descontento con los resultados operacionales de la Fuerza Pública. Más allá del afán por capturar cabecillas conocidos por la opinión, esta entrega pretende analizar la coyuntura a partir de los siguientes cuestionamientos: ¿Cómo se imagina el gobierno el final de la partida? Si no hay claridad sobre quién se está capturando y para qué, el triunfo de hoy se puede convertir en la derrota de mañana.
La decisión la Corte Constitucional de declarar exequible la reelección da el tiro de largada a la carrera electoral. Más allá de las conjeturas sobre la respuesta militar que pretendan dar las Farc a la Seguridad Democrática, cabe preguntarse: ¿Qué incidencia tendrán las Farc sobre las lecciones? A juicio de la Fundación Ideas para la Paz, la respuesta tiene que partir de al menos dos consideraciones: la capacidad actual de esa guerrilla y su estrategia política. En ese sentido, el presente boletín aborda las posturas que podrían tomar las FARC de cara al ajetreado calendario electoral partiendo de la observación de los patrones bajo los cuales ha venido actuando esa guerrilla y sus posibilidades de acción.
Este boletín analiza dos hechos que sacudieron al país la segunda semana de octubre de 2005: el traslado de "Don Berna" de la cárcel de máxima seguridad de Cómbita a la cárcel de Itagüí y el atentado con un carro bomba contra el senador Vargas Lleras. Para la Fundación Ideas para la Paz Ambos casos tienen esto en común: probablemente no son lo que se dijo que fueron. Ni el gobierno tenía la intención de extraditar a Don Berna ni los paramilitares tenían la intención de abortar las desmovilizaciones. No fue esta "la crisis más grave" del proceso, como dijera Ernesto Báez; más bien un tropiezo en un juego de apariencias. Ambos, gobierno y autodefensas, estaban cañando. Por su parte, el atentado contra Vargas Lleras produjo un apresurado consenso sobre la autoría de las FARC, a pesar de que la evidencia hasta ahora es prácticamente inexistente y el análisis no favorece esa tesis. La pregunta retórica que permanece entonces es si la mencionada corresponde a un juego de espejos.
Las conclusiones del Consejo Europeo sobre Colombia del pasado 3 de octubre dan una primera respuesta a la especulación sobre un posible apoyo europeo al proceso con las autodefensas y en particular a la ley de Justicia y Paz. En sus anteriores "Conclusiones" (13 de diciembre de 2004), el Consejo había exigido la adopción de un marco legal acorde con los compromisos internacionales de Colombia. Sobre el supuesto de la aprobación de ese marco y de la existencia de una estrategia de paz "creíble e integral", el Consejo había expresado la disposición de la Unión Europea a comprometerse con una participación en el proceso "efectiva y orientada a resultados" precedida al parecer de un aval político al proceso. Surgen entonces tres preguntas a través de las cuales esta entrega pretende estudiar la posibilidad de un apoyo europeo en el proceso de justicia transicional con los paramilitares, a saber: ¿las nuevas Conclusiones cumplen con esas "promesas" condicionadas de apoyo? ¿si no, por qué no? Y por último: ¿qué opciones hay?
El anuncio del ELN de que acoge el ofrecimiento de apoyo de Venezuela se añade aparentemente a la lista de hechos recientes -la flexibilización en la posición del gobierno, la iniciativa de la Casa de Paz- que señalan una nueva disposición de las partes a buscarle salidas negociadas al conflicto Pero en este caso los interrogantes y las dudas oscurecen la luz que pueda aparecer al otro lado del túnel, pues ni el gobierno ni el ELN son dados a definir con claridad el papel de terceros en el procesos de paz. Pero la propuesta de Venezuela arroja además una serie de obstáculos en el camino que parecen insalvables y que son motivo de análisis de este boletín: Puede un país vecino cumplir las funciones de mediador que requiere el proceso en este estadio de pre negociación? ¿Está dispuesto el gobierno a aceptar esa mediación? Y por último: ¿Qué podría hacer Venezuela que no hayan hecho los otros países?
La incursión al municipio de Mutatá y otras acciones recientes de las Farc como la masacre de Puerto Valdivia, arrojan la pregunta: ¿están las Farc retomando territorio? Responderla con precisión requeriría un análisis región por región de la capacidad actual de cada una de las estructuras de las Farc, del dispositivo local de la Fuerza Pública, de los efectos de la desmovilización de los grupos paramilitares y en general de la situación de esos territorios. Sin embargo, este documento plantea que es posible encontrar unas pistas que permitan interpretar los hechos recientes y anticipar algo del futuro sin demasiada especulación, si se atiende a las lógicas estratégicas de la concentración y dispersión de hombres de las Farc y a los objetivos que persiguen con estos movimientos. En ese sentido, el análisis realizado da cuenta de algunas de las manifestaciones concretas de estas estrategias con las cuales las FARC buscan adaptarse a las dinámicas cambiantes del conflicto y posicionarse como la guerrilla más vieja del mundo.
Si la CNRR no escalona sus tareas de acuerdo con un estimativo realista de lo que es posible hacer hoy y de lo que tendrá que esperar circunstancias más favorables, la ilusión de un proceso como el surafricano que marque la diferencia con el pasado será tan sólo eso: una ilusión.